La asertividad, como habilidad social y comunicativa, consiste en saber expresar lo que se piensa o se quiere de manera clara y respetuosa, considerando la existencia de otros puntos de vista y sin ser agresivo/a o pasivo/a.
Este rasgo nace de la premisa de que debemos respetar para que nos respeten.
Los 3 estilos de comunicación.
Todos las personas tenemos un estilo preferente de comunicación, ya sea el pasivo, el agresivo o el asertivo. Vemos a continuación las características de cada uno de ellos:
Los modelos de conducta guían nuestro aprendizaje y lo sitúan en un estilo de comunicación u otro.
Por tanto, la persona no nace siendo asertiva, cultiva su habilidad socialmente y la refuerza con el paso del tiempo. Nuestra imitación y el apoyo recibido de las conductas en la esfera colectiva y la observación de los modelos de nuestro entorno, ya sea en núcleos familiares, de amistad o laborales, condicionan el estilo final que adoptamos.
De esta forma, si el soporte ha sido positivo, nos inclinaremos más por actitudes asertivas; mientras que, si por el contrario las conductas asertivas han sido castigadas por el entorno, nuestra asertividad mutará en comportamientos agresivos o pasivos.
Los rasgos que suelen tener las personas asertivas son:
Existen técnicas que ayudan a desarrollar la asertividad de forma eficaz como son:
La asertividad como otras tantas habilidades no nace de un «talento natural» sino de un aprendizaje a través de las experiencias personales y como todo aprendizaje se puede desarrollar a través de técnicas y estrategias que podemos integrar en nuestro repertorio de conductas.
Por tanto si actualmente tu estilo de comunicación es pasivo o agresivo, recuerda que puedes aprender a ser asertivo, lo cual te ayudará a establecer relaciones sinceras y satisfactorias.
Para más información, te invitamos a darle play al siguiente vídeo:
He estado leyendo esta entrada y me ha parecido muy interesante. Es importante saber lo que es la asertividad y poder aplicarla en nuestro día a día.
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